Checo Pérez regresa a la F1 como líder del ambicioso proyecto de Cadillac Racing

La incertidumbre llegó a su fin: Sergio “Checo” Pérez está de vuelta en la Fórmula 1. El piloto mexicano encabezará el esperado debut de Cadillac Racing, la nueva escudería respaldada por General Motors, que se unirá a la parrilla del campeonato mundial en la temporada 2026. A su lado estará el finlandés Valtteri Bottas, conformando una dupla que apuesta por la experiencia y la solidez en pista para encarar su primer año en el “Gran Circo”.

El anuncio oficial se hizo este martes, justo después del parón veraniego de 2025 y a días del Gran Premio de Países Bajos. Así concluye una larga etapa de especulaciones, en la que Checo siempre figuró como el favorito natural para liderar esta nueva era del automovilismo estadounidense.

Una leyenda mexicana al volante

Checo llega a este nuevo desafío tras una carrera de más de 14 años en la Fórmula 1, en la que ha disputado más de 280 Grandes Premios con escuderías como Sauber, McLaren, Force India, Racing Point y Red Bull Racing. Fue precisamente con Red Bull donde vivió su etapa más laureada, logrando cinco victorias, 29 podios y contribuyendo a la obtención de dos títulos de Constructores junto a Max Verstappen.

Con un total de seis triunfos —incluida su icónica victoria en Mónaco 2022 y la sprint race en Azerbaiyán 2023— y 1,638 puntos acumulados, Pérez es hoy el piloto mexicano más exitoso de todos los tiempos. También es el único que ha logrado subir al podio en el Gran Premio de México, hazaña que repitió en 2021 y 2022.

Tras cerrar su ciclo con Red Bull en una complicada temporada 2024, marcada por altibajos y una despedida amarga en Abu Dhabi, su futuro parecía incierto. Pero fiel a su historia, Checo no bajó los brazos. Como tantas veces antes, volvió a levantarse. 

Cadillac Racing: El rugido americano con corazón mexicano

El ingreso de Cadillac representa más que una simple expansión: es un símbolo del regreso del orgullo industrial estadounidense a la élite del automovilismo. Será el segundo equipo de propiedad norteamericana en la actual parrilla, junto a Haas, pero a diferencia de su compatriota, Cadillac aterriza con el respaldo masivo de General Motors y una ambición clara de competir al más alto nivel.

Su camino hacia la F1 fue largo y turbulento. Tomó más de cuatro años de negociaciones antes de que la Fórmula One Management (FOM) aprobara su entrada, pese al respaldo temprano de la FIA y de su presidente, Mohammed Ben Sulayem. Las tensiones con la cúpula de la F1 —especialmente en torno a Michael Andretti, quien lidera el proyecto— casi echaron por tierra la iniciativa. Pero la perseverancia triunfó.

Hoy, ese sueño largamente postergado se hace realidad. Y lo hace con un símbolo al frente: Checo Pérez, quien no solo aporta talento y experiencia, sino también el orgullo de millones de aficionados latinoamericanos. Cadillac tiene alma americana, pero late con corazón mexicano.