Alpinista polaco logra primer descenso en esquís del Everest sin oxígeno

El alpinista polaco Andrzej Bargiel inscribió su nombre en la historia al convertirse en la primera persona en descender esquiando el Everest, la montaña más alta del planeta, y lo hizo sin recurrir a oxígeno suplementario, un reto que hasta ahora nadie había logrado.

El pasado lunes alcanzó la cumbre de los 8.849 metros y desde ahí inició un descenso continuo por sus laderas heladas. Antes de lanzarse, grabó un mensaje en Instagram: “Estoy en la cima del mundo y voy a bajar en esquís”.

Aunque ya se habían registrado descensos en esquí en el Everest, ninguno se había completado de esta manera: de manera íntegra y sin apoyo de oxígeno. En el año 2000, el esloveno Davorin Karnicar había logrado la primera bajada completa desde la cima hasta el campamento base, pero utilizando botellas de oxígeno.

La expedición de Bargiel fue organizada por Seven Summit Treks. Su representante, Chhang Dawa Sherpa, explicó que el alpinista descendió hasta el Campamento 2, donde pernoctó, y al día siguiente alcanzó el campamento base todavía sobre esquís.

El desafío fue extremo: una tormenta de nieve lo obligó a pasar 16 horas por encima de los 8.000 metros, la temida “zona de la muerte”, donde la falta de oxígeno convierte cada movimiento en una lucha por sobrevivir.

Al llegar al campamento base, fue recibido con una khada, bufanda ritual budista que simboliza bendición y respeto.

La hazaña desató orgullo nacional. “¿El cielo es el límite? ¡No para los polacos! Andrzej Bargiel acaba de bajar esquiando el Everest”, escribió en X el primer ministro Donald Tusk.

Su equipo celebró el logro con un comunicado en el que aseguró que Bargiel no solo alcanzó una meta personal, sino que marcó un “hito revolucionario para el esquí de montaña”.